Desde cada rincón del mundo, el pan nos conecta a través de las comidas, los momentos y la sencilla alegría de compartir. Donde la nutrición y la accesibilidad son los protagonistas de cada mesa. #WorldBreadDay
1. El pan es mucho más que un alimento: es tradición y creatividad
En todo el mundo, el pan cumple funciones únicas: sirve como plato, cuchara, recipiente o base de una comida. Es parte de la experiencia culinaria y cultural, adaptándose a cada región como símbolo de tradición y vínculo social.
2. El pan empacado aporta beneficios nutricionales esenciales
Es fuente de energía sostenida gracias a sus carbohidratos algunos simples y complejos, favorece la digestión por su contenido de fibra, y aporta vitaminas y minerales clave como hierro, magnesio y vitaminas del grupo B, fundamentales para una vida activa y saludable.
3. La fortificación del pan es una estrategia de salud pública
Al enriquecer las harinas con micronutrientes, el pan ayuda a prevenir deficiencias nutricionales en poblaciones vulnerables, mejora la salud pública y permite llegar a millones de personas con alimentos accesibles y culturalmente aceptados.
4. El pan, un vehículo nutrimental que equilibra la alimentación
El pan no sólo aporta energía y nutrientes esenciales como carbohidratos mayormente complejos, fibra, hierro y vitaminas; también actúa como un vehículo nutrimental que facilita una dieta equilibrada. Al combinarse con vegetales y proteínas, por ejemplo, en un sándwich, contribuye a mejorar la calidad y el balance de la alimentación diaria.
5. El pan es energía, nutrición y salud
Con granos enteros, aporta fibra, vitaminas y antioxidantes que benefician cuerpo y mente.
6. El pan es seguro y accesible
El pan empacado es una fuente accesible y asequible de energía, fibra y micronutrientes esenciales. Su distribución lo convierte en un aliado de la seguridad alimentaria, al llevar nutrición a comunidades apartadas, favoreciendo una dieta balanceada para todos.